ESTRENOS DE CINE DEL 4 DE JUNIO



Ya está la sinopsis oficial de la nueva entrega de Terminator Salvation: The Future Begins (Terminator Salvación: El Futuro Empieza). Protagonizada por Christian Bale (Batman, El Maquinista), Sam Worthington, Anton Yelchin, Charlotte Gainsbourg, Moon Bloodgood, Common.

Va a tener lugar en un post-apocalíptico 2018. John Connor (Christian Bale) es el hombre destinado a liderar la resistencia humana contra Skynet y su ejército de Terminators. Pero la creencia en el futuro que tiene Connor, se ve alterada, en parte por la aparición de Marcus Wright (Sam Worthington), un extraño cuya última memoria es de estar en el corredor de la muerte. Connor debe decidir si Marcus ha sido enviado desde el futuro, o rescatado del pasado. Como Skynet prepara su arremetida final, Connor y Marcus se embarcan en una odisea que los llevará al corazón de las operaciones de Skynet, donde descubren el terrible secreto detrás de la posible aniquilación de la humanidad.










NOTICIAS:

TERMINATOR PIERDE EN LAS TAQUILLAS
La comedia "Night at the Museum: Battle of the Smithsonian", con Ben Stiller al frente, ganó el duelo en la taquilla a "Terminator Salvation", que se despeñó al lograr 53,8 millones de dólares, lejos de lo establecido por otras cintas esperadas como "Wolverine" o "Star Trek". "X-Men Origins: Wolverine" registró 87 millones de dólares en su debut, en tanto que "Star Trek", sumó 76,5 millones, ambas a comienzos de mayo.

En la nueva reina de la taquilla, Stiller retoma el papel de un guardia de seguridad que es testigo de cómo los retratos, fotografías y personajes históricos del museo Smithsonian (Washington) cobran vida con la puesta del sol. La cinta, la primera comedia para todos los públicos del verano, consiguió 70 millones de dólares de viernes a domingo.

La primera parte de esta película, "Night at the Museum", se estrenó en diciembre de 2006 con 43 millones de dólares. En cambio, la cuarta entrega de "Terminator" rindió por debajo de las expectativas, aunque los 13,4 millones de dólares obtenidos el jueves, el día de su estreno, suman un total de 67,2 millones para el debut del filme, según reseño EFE.





Poppy (Sally Hawkins) es una joven profesora de primaria divertida, abierta y generosa. Un espíritu libre que se toma la vida tal y como viene, pero siempre con actitud positiva. Cuando le roban la bici, decide que es el momento de sacarse el carnet de conducir. Su profesor de autoescuela es un tipo huraño y amargado pero, a medida que se conozcan, Poppy acabará enseñando al instructor más de lo que él puede enseñarle a ella.







Esta película tiene como protagonistas a: Jesse Eisenberg, Kristen Stewart, Martin Starr, Bill Hader, Kristen Wiig y Ryan Reynolds. Pueden visitar su sitio oficial para ver más detalles sobre esta comedia.

Aventureland está centrada en el verano 1987 y alrededor de un graduado de la universidad que termina consiguiendo trabajo en su parque de diversiones local, donde participará del curso perfecto para estar listo para el verdadero mundo.

El trailer es interesante, tiene algunos minutos de comedia pura pero me parece que todavía le falta más dinámica y algo más de humor para ser realmente divertida.








En una ciudad como Los Ángeles, donde vivo desde hace un par de años, a veces se puede ir al cine de una forma un poco diferente a la que estamos acostumbrados. El sábado pasado precisamente, coincidiendo con la celebración en Hollywood de uno de los muchos festivales que hay en la ciudad, el AFI Fest, pude acercarme a ver la première de Nunca es tarde para enamorarse (Last Chance Harvey).

Se trata del segundo largometraje del director y guionista Joel Hopkins (Jump tomorrow) y para el que ha conseguido fichar a dos pesos pesados de la talla de Dustin Hoffman y Emma Thompson. Hopkins y sus dos protagonistas principales no quisieron perderse esta proyección en Los Ángeles. Al parecer era la primera vez que veían la película con público e incluso dijeron unas palabras y se dejaron ver antes de que empezará la peli. Es lo que tiene esta ciudad.

Pero no nos despistemos de Last chance Harvey, en la que el pianista y compositor de jingles neoyorquino Harvey Shine (Hoffman) tiene que volar hasta Londres y pasar allí el fin de semana para asistir a la boda de su hija. El caso es que en seguida nos damos cuenta de que hay algo que no acaba de funcionar en la vida de Harvey, cuyo trabajo parece peligrar si no está de vuelta en Nueva York el lunes y cuya hija ha decidido que su padrastro la lleve al altar en lugar de su padre.

Harvey se nos presenta como un personaje lleno de conflictos sin resolver y una casi total incapacidad para comunicarse y decir las cosas tal como las piensa o siente. Su vida acaba de complicarse cuando tiene que irse de la boda antes de la recepción, acaba perdiendo el vuelo que lo tenía que devolver a Nueva York a tiempo y se entera por teléfono que, de hecho, ya está despedido. Es ése el momento en el que Harvey conoce a Kate (Thompson), una londinense soltera con una vida sentimental inestable y una madre que la llama constantemente.

Por algún extraño motivo (y como no podía ser de otra manera) Harvey y Kate parecen poder comunicarse el uno con el otro perfectamente y a un nivel diferente y poco habitual para ellos. Lo hacen pese a la diferencia de edad, de nacionalidad e incluso de la página vital en la que cada uno de ellos se encuentra, tal vez porque para ambos, sobre todo para Harvey, esta pueda ser la última oportunidad.

Last chance Harvey es una película perfecta si eres fan de Emma Thompson o Dustin Hoffman o de los dos, ambos actores vuelven a ofrecer una lección interpretativa. Es una película perfecta si te gusta ir al cine a ver secuencias de gente que camina y habla sin parar en la gran metrópolis. Es una película perfecta si esperas del cine que exponga a seres humanos imperfectos y reales. Es perfecta si te gusta el cine de relaciones, las historias tipo chico conoce a chica y no esperas nada más que eso y buenos diálogos.






Como todos los años, el inspector Paul Bellamy pasa sus vacaciones con su familia en la casa veraniega de su mujer Françoise, a pesar de que ella añora cruzar los siete mares en un crucero. Paul no puede vivir sin Françoise, pero odia viajar. Y, además, este año tiene dos nuevas excusas para repetir la costumbre: la inesperada llegada de su medio-hermano Jacques, un individuo sin rumbo con problemas con la bebida, y la irrupción de un extraño fugitivo quien se presenta frente a Bellamy exigiéndole su protección. Y Paul termina por brindarle a ambos mucho de su tiempo y sus esfuerzos. Su natural curiosidad investigativa tendrá mucho de qué ocuparse, mientras que su rol de hermano mayor también lo llevará a enfrentarse a desafíos adicionales…