EL PATITO FEO MÁS LINDO


Laura Esquivel, la protagonista de “Patito feo”, en la isla de Caras
“Todavía soy chica para tener novio”

Hace seis años que trabaja en televisión, ya conoció el juego de ser una estrella, y por más que su fama creció a la velocidad de la luz, Laura Esquivel (14) no tiene apuro en quemar etapas. Recorre los caminos que surcan la Isla de CARAS con genuina curiosidad, se queda boquiabierta ante la aparición de ardillas y pavos reales, y no tiene reparos en dejarse llevar por la emoción del descubrimiento.



Se prepara para las fotos con la profesionalidad de una modelo y, al mismo tiempo, vive Angra dos Reis como si fuera un gran parque de diversiones, como si en ella, dos mundos convivieran en paz: el de la niña inocente que resiste su huida y el de la adolescente que aún asoma con timidez. “Me encantó la isla y la pasamos muy bien. Es un lugar hermoso para disfrutar desde que te despertás. Me gustó mucho el agua cristalina y tranquila y hasta pude dar la vuelta a la isla con mi papá en kayak. Amo la Naturaleza. Un día me gustaría conocer las pirámides de Egipto”, dice la joven protagonista de “Patito Feo”, la tira infantil de Ideas del Sur, éxito de Canal 13. La entrevista está por comenzar y ella suspira y ruega en voz alta para que ojalá deje de llover así disfruta aún más de la isla, mientras permanece sentada frente al mar a metros de sus padres, Silvana y Jorge Esquivel (47), con quienes viajó a la isla.


—¿Llegar a la televisión fue como cumplir un sueño?

—Sí, es un sueño hecho realidad, porque desde muy chica quería trabajar en la televisión, hacer algo para los niños y cantar, que es lo que más me gusta. Tuve una gran oportunidad que no dejo de aprovechar cada día.

—¿Cómo te llevás con la fama?

—A todos nos divierte la fama. Pienso que tiene sus ventajas y desventajas, y que hay que tomarla con tranquilidad. Así me enseñaron. Una está en la tele, es todo muy lindo, pero tampoco hay que creérsela. Hay que tener los pies sobre la tierra. Me gusta ser siempre la misma persona, y también divertirme con todo eso. Busco vivir todo esto que me pasa de la manera más linda sin quemar etapas.

—¿Cómo se hace cuando todos los días hay que ir al colegio?

—Me organizo. Las grabaciones de “Patito Feo” eran por la tarde y a la mañana iba al colegio. Me despertaba bien temprano, tipo 6:30. Estaba con mis amigas, aunque la tarea la dejaba para los fines de semana (risas). Pero siempre me ocupé de estudiar. Y, por suerte, me va rebién. Por ejemplo, mi último boletín tuvo muy buenas notas. Estoy feliz. Me gusta mucho ir al cole porque está bueno encontrarte todos los días con tus amigas, aunque no tengo mucho tiempo para ir a sus casas.

—¿En que te sentís reflejada en “Patito”, tu personaje?

—La verdad es que tengo más cosas parecidas que diferentes. Patito es demasiado buena y perdona todo. Quizás en eso soy distinta a ella. Yo puedo reaccionar y defenderme, porque no me gusta que se metan conmigo.

—¿Al igual que ella, te sentiste diferente alguna vez?

—No, nunca viví eso. Sí estoy de acuerdo con el mensaje que deja la novela: que la belleza se encuentra en el corazón y que no importa lo de afuera. En “Patito Feo” estaban las divinas, el grupo de las lindas y las glamorosas, las que tenían a sus novios. Y estaban las populares, que eran unidas y buenas amigas. Lamentablemente, vivimos en una sociedad en la que ser bello es como una necesidad, un modelo a copiar. Si soy igual a aquel, todos me van a halagar, a querer, y voy a ser mejor. Espero que a futuro la gente pueda cambiar esa manera de pensar.

—Y para vos ¿cuándo una persona es linda?

—Para mí lo principal es que sea una buena persona, buena compañera y que respete a los demás. Eso sí es ser lindo, más allá de la apariencia física, porque permite pasarla mucho mejor con una persona buena que con alguien que no lo es. Aunque, también, hay personas muy lindas por fuera y por dentro. Pero no son la mayoría. Lo mejor que te puede pasar es encontrar a alguien con mucha bondad.

—¿Tenés alguna coquetería?

—Me agrada ser lo más natural posible, aunque de vez en cuando me gusta arreglarme. Aún tengo 14 años y tampoco es que me guste maquillarme mucho. Para las fotos me maquillo y me pongo un lindo vestido, pero no es que sea muy coqueta. Sí lo veo en el colegio. Las chicas se pintan y se arreglan porque lo único que quieren es ¡conseguir chicos!

—¿Y vos no querés tener novio?

—No, no tengo novio. Ahora que está la moda de los Floggers y Emos, no me gusta verlos a todos iguales, peinados de la misma manera. Yo estoy al margen de eso. Todas las chicas quieren tener novio, pero creo que yo aún no estoy preparada para tener uno. Pienso que si una tarde saldría con un chico, al final no me sentiría muy segura estando sola con él. La verdad es que prefiero esperar un poco para vivir esa experiencia. Todavía soy chica para tener novio (sonríe).


—Entonces, ¿cuál sería un buen plan para un fin de semana?

—Me gusta mucho estar en familia con mis papás al aire libre. Por ejemplo, andar en bici y jugar a la paleta. Me encanta irme de vacaciones y estar con ellos en la playa… ¡Como acá! (vuelve a sonreír). Reunirme con mis amigos a ver películas en sus casas. Y también estar con mi perrito caniche que se llama Martín, un compañero muy cariñoso.

—¿Cómo te llevás con tus papás?

—Muy bien. Mis papás son lo más, porque siempre me acompañan. Cuando les dije que quería cantar, ellos me apoyaron porque son de los que creen que lo más importante son los sueños. Me ayudan a tener los pies sobre la tierra y me cuidan.

—¿Es difícil tener 14 años y tener que cumplir con un trabajo?

—El ambiente artístico tiene sus cosas hermosas y otras complicadas de entender, que en estos pocos años pude vivir. Pero siempre me tomé todo esto como un juego que sigue siendo divertido. Desde los 8 años que me preparé, y me impuse una meta. Al principio, estudiaba un rato a la salida de colegio. Después, cuando llegó la oportunidad de hacer Patito entendí que iba a tener poco tiempo libre y lo acepté. Te vas acostumbrando. Siempre pude elegir y soy feliz con mi carrera.


Por Karina López

Fotos: F. DE BARTOLO/ PERFIL

fuente: revista caras