Inspirada...

Y pensar que pudimos no habernos conocido.
Piensa amor mío, en cuanto la suerte veleidosa debió haber permitido, para ser lo que somos y para amarnos ¡tanto!
"El uno para el otro hemos nacido" Pero piensa en el vínculo enorme y turbador de las causas que deben haber coincidido para llegar a esto tan simple: nuestro amor.
Piensa que antes de unirse nuestras almas inquietas, solas y separados vivimos, y, quizá, siendo tan largo el tiempo y tan grande el planeta hubiéramos podido no encontrarnos jamás...
¿Pensaste algún momento, en los duros peligros que sorteó nuestro azar cuando el uno hacia el otro, por la inmensa natura, nuestros dos corazones sentíanse gravitar?
¿No sabes que a ese impulso ciego que hacía una tarde única a ambos debía llevarnos, un capricho, un desasosiego podía desviarlo para nunca, nunca encontrarnos?