AGASSI CONFIESA HABER USADO PELUCA


El ex tenista estadounidense Andre Agassi jugó la final de Roland Garros en 1990 con una peluca, según la explosiva autobiografía, que se publcia el 9 de noviembre y de la que se siguen adelantando jugosos extractos.

Agassi, que se retiró en 2006 tras un exitosa y longeva carrera, cuenta en Open, que será publicada en forma de serie por el diario británico The Times, que hace dos décadas pasaba más tiempo preocupado por su cada vez menos poblada cabellera que por el juego. Previamente esta semana se conoció que en 1997 tomó la droga Crystal Meth y que al dar positivo en un control antidoping, mintió en una carta pidiendo perdón a la ATP, que no lo sancionó ni reveló el caso.

Ahora se supo que el tenista que por entonces tenía 20 años jugó y perdió la final de Roland Garros ante el ecuatoriano Andrés Gómez con una extravagante peluca. "Cada mañana me levantaba y encontraba otro pedazo de mi identidad en la almohada, en el lavabo, en el desagüe", escribe Agassi sobre su cabellera, que comenzaba a desaparecer de forma natural. "Me pregunté ¿quieres ponerte un peluquín? ¿En la cancha de tenis? Y me respondí: ¿qué otra cosa puedo hacer?" Pero tras lavar la peluca la noche anterior a la final, comenzó a estropearse, a consecuencia de lo cual el joven jugador estaba más preocupado por ese desastre que por lo que pudiera suceder en la cancha.

Con la ayuda de su hermano Phil realizaron las reparaciones necesarias para que Agassi pudiera verse en la cancha como el joven rebelde que buscaba reflejar. "Durante el calentamiento previo al juego recé. No por la victoria, sino por que no se me cayera mi cabello postizo", confesó. "Con cada salto me imaginaba que caía a la arcilla. Imaginaba millones de espectadores que se acercaban más a sus televisores, sus ojos abriéndose más y, en decenas de dialectos y de lenguajes, preguntándose cómo se le había caído el pelo de la cabeza a Andre Agassi", cuenta.

Finalmente, Agassi dio cuenta definitivamente de la situación pocos años después al raparse la cabeza, superando así la bochornosa cuestión de su desaparecida melena. "Un extraño estaba frente a mí en el espejo y sonreía", evocó el ocho veces ganador de un Grand Slam.

El "punky del tenis", como se le llamó al inicio de su carrera por su pelo largo y sus atrevidas vestimentas, pasó a ser uno de los jugadores más discretos y espirituales del circuito. Es uno de los seis jugadores que ha ganado los cuatro torneos grandes: Melbourne, París, Londres y Nueva York. Su carrera terminó hace tres años tras 1.144 partidos con una derrota en la tercera ronda del US Open de 2006 ante el alemán Benjamin Becker. El tenista calvo explotó en lágrimas en el discurso posterior aquel 3 de septiembre.

fuente: lavanguardia.es