Torre Eiffel


La Torre Eiffel es probablemente el monumento con la imagen más unida a su ciudad y más emblemático del mundo. La primera vez que la vi me sorprendió su grandeza: ya desde el avión su cima destaca en el perfil de París. Después, cuando caminas por la ciudad, parece que inconscientemente tu mirada va buscándola, ésa es la misteriosa atracción que ejerce, conviertiéndose en el eje y guía de París.

Simplemente acercarse a ella, situarse en su base, es espectacular, y subir a lo alto, una experiencia inolvidable. Una manera estupenda de aproximarse a la Torre Eiffel es en barco, en un paseo por el Sena, que hará una de sus paradas muy cerca. También el acceso paseando por la explanada del Champ de Mars es muy bonito.

Si elegimos el metro, yo prefiero bajar en la estación de Trocadero, pues aunque no es la más cercana, nos permite una mejor perspectiva y además conocemos de cerca los jardines de Trocadero con sus espectaculares fuentes y el Palacio de Chaillot.

Aunque existen otras interesantes alternativas con vistas panorámicas sobre París, sin duda esta es la más emblemática. Por ello, también, la más concurrida: se dice que la Torre es el monumento más visitado del mundo, con unos 6 millones de visitas anuales.

Así que intentemos madrugar para que no haya demasiada cola que guardar… Y si estamos varios días en París y es posible no escoger fin de semana, mejor. Sábados y domingo la cantidad de visitantes que quieren subir a la Torre aumenta. También habremos de tener en cuenta que en París no siempre hace días espléndidos y despejados, por lo que en un día de niebla las vistas son nulas desde lo alto.

Si nuestro problema es el vértigo, podemos escoger pararnos en la primera o en la segunda altura visitables. El primer nivel se encuentra a 57 metros de altura, el segundo nivel a 115 metros del suelo y desde allí parte el ascensor que lleva al tercer nivel, a 276 metros. La Torre Eiffel tiene una altura total de 324 metros.


Al primer y segundo nivel se puede subir por ascensor o por las escaleras (ojo, que son más de 1600 escalones). La subida va amenizada con paneles explicativos sobre la construcción del monumento. Las vistas son estupendas desde ambos lugares, sobre todo desde el segundo nivel. Si eliges subir a lo alto, también tendrás oportunidad de contemplar París desde una altura de 115 metros, ya que hay que bajar del ascensor para tomar uno nuevo, más pequeño, que llega a lo alto. De nuevo a guardar cola…

En el primer nivel se sitúa el restaurante Altitude 95, en el que tuve la suerte de cenar hace un tiempo. Volveré sobre él. En el segundo nivel igualmente existe otro restaurante, el Jules Verne.

En lo alto de la Torre, una vez hemos cogido el segundo ascensor más pequeño, existen 2 plantas, y desde ambas se puede disfrutar de unas vistas panorámicas excelentes sobre la Ciudad de la Luz. La primera, más apta para miedosos, está acristalada, con paneles explicativos que nos muestran todo lo que tenemos a nuestra vista.

También, en la parte alta del cristal se escriben las ciudades más importantes que tendríamos si siguiéramos una línea recta, indicando la distancia a la que están. Como curiosidad, Madrid se sitúa a 1053 kilómetros de este punto, y justo a su derecha, pero a 1878 kilómetros, Casablanca.




Subiendo unas pequeñas escaleras, salimos al aire libre. ¡Y vaya aire si el día es ventoso! Sin embargo, no existe ningún peligro, hay una red metálica que impide que podamos asomar la cabeza. Aquí se muestras tras unas cristaleras reproducciones en figuras de cera de Gustave Eiffel y sus ingenieros trabajando en el proyecto de la Torre, o de la hija de Gustave recibiendo a Thomas Edison.

La Torre es obra del ingeniero francés Gustave Eiffel y fue construida para la Exposición Universal de 1889 que se celebraría en conmemoración del centenario de la Revolución Francesa. Era provisional, y estuvo a punto de ser desmontada en varias ocasiones, pero finalmente ha perdurado como muestra de una época y como símbolo de un país.

Si viajamos con un bebé, también se puede subir a la Torre. Vale la pena. Los precios varían según subamos andando o en ascensor, y a qué planta lo hagamos. La subida a lo más alto son 12 euros. Desde aquí se pueden consultar todas la tarifas, horarios y accesos.