Las habitaciones del hotal mas artísticas



Alojarse en una de estas estancias es introducirse en una obra de arte. Son creaciones de diseño, únicas, pensadas por artistas diversos para seducir los sentidos. Y no pensemos que sus precios son inaccesibles. Hay casi para todos los bolsillos.

Es lo que encontraremos en el Arte Luise Kunsthotel, en Berlín, con sus 50 habitaciones diseñadas por artistas. El hotel es un conjunto formado por un palacio clásico de 1825, que fue clasificado monumento histórico, y por un edificio anexo más moderno.

Las habitaciones son piezas únicas, decoradas con pinturas, mobiliario o esculturas originales y con resultados muy variados como podemos ver en la fotografía superior. Darse un paseo por las habitaciones depara muchas sorpresas. En cuanto a los precios, oscilan desde los 49 euros de la habitación simple con ducha compartida hasta los 180 euros de las suites con cuarto de baño.

El arte y el diseño también son la marca del Gladstone Hotel, en Toronto. Artistas, diseñadores y arquitectos han dejado su huella personal en cada estancia. Hay habitaciones decoradas con pinturas de motivos lésbicos, hasta otras más kitsch o inspiradas en la era victoriana.

Algunas habitaciones son realmente bonitas, en las que no me importaría pasar una temporadita… En este caso los precios van desde los 185 dólares las habitaciones estándar a los 475 dólares de las suites, con vistas panorámicas de 360º sobre Toronto y el Lago Ontario.


El Max Hotel de Seattle (EEUU) se vuelca en los artistas locales, y aunque sus habitaciones son más uniformes, están decoradas con cuadros, esculturas o fotografías de diversos creadores. Además, dichas piezas se ponen a la venta. Así que, unos complementos exclusivos: nada de cuadros comprados de Ikea.

Otras de las habitaciones escogidas como las más originales ya han pasado por nuestras páginas, como las correspondientes al hotel Propeller Island City Lodge, en Berlín, con 45 exclusivas habitaciones diseñadas por un artista y que van de lo más divertido a lo más macabro, como sería dormir en un ataúd.

Fuente: diariodelviajero