El puente-túnel de Oresund



En 1991 los gobiernos de Dinamarca y Suecia acordaron construir un puente que conectara ambos países a través del Estrecho de Oresund. La obra, de 16 kilómetros de largo, une las ciudades de Malmo (Suecia) y Copenhague (Dinamarca) y fue finalmente abierta al público en el 2000.

Sin dudas, esta es una de esas obras “faraónicas” que una ve acabadas maravillan al hombre y le facilitan la vida. Además, tiene todo como para figurar en la lista de las obras de ingeniería más importantes que nos dejara Guillermo hace muy poco (abajo el enlace).

A decir verdad, Dinamarca y Suecia ya habían estado unidas en su momento, pero éso fue unos 7.000 años después de la última glaciación.


Este es un túnel-puente (o al revés depediendo de dónde comencemos nuestro recorrido). Desde el lado danés comienza un túnel submarino de 3 kilómetros y medio de extensión. El mismo emerge en un tramo de autovía de otros 4 kilómetros sobre la isla artificial de Peberholm. A partir de allí comienza el último sector, un puente conlgante de casi 8 kilómetros que cruza la parte este del estrecho hacia Suecia.

En la imágen satelital que les traemos puede verse todo el recorrido perfectamente.


El puente-túnel es una vía tanto para vehículos como para el tren ya que cuenta con una vía doble, así como un camino de 4 carriles para el tráfico automotor.

Es el puente combinado más largo de Europa y conecta dos áreas de capital importancia que han visto su tráfico facilitado notablemente. La ruta que lo recorre es la E20 y el ferrocarril leva el nombre de Oresund Railway (obvio, no?). Por otro lado, es el puente fronterizo más largo del mundo.

Recuerdo que en una oportunidad, antes de su inauguración, hice el viaje en ferry (el medio más común previo al túnel-puente o v.v.) desde Copanhague a Malmo (y vuelta). Y me llamó la atención que las embarcaciones que llevaban pasajeros, tenían una redes por los costados que me intrigaron mucho. Hasta que ví para qué servían.


Resulta que no se permitía la venta de bebidas alcohólicas a bordo, así que los daneses y suecos (famosos por su “sed”) subían cargados de latas de cerveza (y demás) de todos los colores. Las llevaban incluso en una especie de bandoleras (sí, como las de municiones) que les atravesaban el pecho. Una vez consumidas, plaf, las tiraban por la borda. Y como son tan “respetuosos del medio ambiente” (que no de la salud de sus hígados), las redes se iban llenando de latas vacías.

Bueno, que quienes vayan de paseo por allí pueden cruzar más cómodamente ahora que ambas orillas están unidas por el puente-túnel de Oresund